San Bartolomé Desollado,
Esculpido por Marco d'Agrate (1504-1574) ,
Esculpido en 1562,
Mármol
© Duomo di Milano, Catedral de Milán
Fiesta de San Bartolomé
Juan 1:45-51
Felipe encontró a Natanael y le dijo: "Hemos encontrado al que escribió Moisés en la Ley, al que escribieron los profetas: es Jesús, hijo de José, de Nazaret". De Nazaret", dijo Natanael, "¿puede salir algo bueno de ese lugar?" "Ven a ver", respondió Felipe. Cuando Jesús vio venir a Natanael, dijo de él: 'He aquí un israelita que merece el nombre, incapaz de engañar'. ¿Cómo me conoces?", dijo Natanael. Antes de que Felipe viniera a llamarte -dijo Jesús-, te vi bajo la higuera. Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel". Jesús le contestó: 'Tú crees eso sólo porque lo he dicho: Te he visto bajo la higuera. Verás cosas más grandes que eso'. Y añadió: "Te aseguro que verás el cielo abierto y, por encima del Hijo del Hombre, a los ángeles de Dios subiendo y bajando".
Reflexión sobre la escultura
Hoy celebramos la fiesta de San Bartolomé, uno de los doce apóstoles. Viajó mucho para difundir la Palabra de Dios y visitó lugares como la India, Etiopía, Licaonia (actual Turquía), Partia (actual Irán) y Armenia. Allí, en Armenia, se dice que el apóstol fue martirizado por desolladura y decapitación por orden del rey armenio Astyages. Nuestra escultura actual, en el Duomo de Milán, muestra al santo desollado. Realizada por el escultor Marco d'Agrate en 1562, vemos a San Bartolomé llevando lo que parece un manto sobre los hombros y alrededor del cuerpo. Pero es su propia piel, una clara referencia a la tortura que sufrió cuando fue martirizado. La escultura muestra poca emoción o dolor. Es más bien un estudio y una presentación de la anatomía humana, típica del interés del siglo XVI por la ciencia y el cuerpo. La escultura es, pues, tanto un ejercicio de estudio académico virtuoso de los músculos y la estructura del cuerpo humano, como de San Bartolomé.
La escultura es de estilo muy clásico, hasta el punto de que el escultor añadió al pie de la estatua una breve inscripción que dice "Non me Praxiteles, sed Marcus finxit Agrates" ("No fui esculpido por Praxiteles, sino por Marco d'Agrate"), refiriéndose al "temor" del escultor de que la escultura no fuera presumida como de su autoría por ser de estilo tan clásico, sino que fuera atribuida a Praxiteles, uno de los más hábiles y famosos escultores de Atenas en la antigua Grecia.
San Bartolomé fue despojado de su piel, su último sacrificio para dar testimonio de Dios. Él nos enseña cómo para servir a Dios, en última instancia, también podemos ser despojados de todo antes de encontrarnos con Nuestro Hacedor...
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