Alegoría de Justicia y Paz,
Pintura de Corrado Giaquinto (1703-1766),
Pintado entre 1753 y 1754,
Óleo sobre lienzo
© Museo del Prado, Madrid
Una paz que el mundo no puede dar es mi regalo para ti
Juan 14:27-31
Jesús dijo a sus discípulos:
'La paz que te lego, mi propia paz te doy, una paz que el mundo no puede dar, este es mi regalo para ti.
No dejéis que vuestro corazón se turbe ni tenga miedo. Me habéis oído decir: Me voy y volveré. Si me amarais, os alegraríais de saber que me voy al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Os lo he dicho ahora, antes de que ocurra, para que cuando ocurra creáis. No hablaré más con vosotros, porque el príncipe de este mundo está en camino. No tiene poder sobre mí, pero es necesario que el mundo sepa que amo al Padre y que hago exactamente lo que el Padre me ha dicho".
Reflexión sobre el cuadro
Esta pintura alegórica de Corrado Giaquinto representa la Justicia y la Paz. El mecenas del pintor, el rey español Fernando IV de la Casa de Borbón, que se atribuía el mérito de haber traído la paz a su reino y de haberlo gobernado con justicia, encargó la obra para transmitir que era un gobernante justo y amante de la paz. Vemos a dos mujeres, la Justicia y la Paz, abrazadas.
La Justicia manifiesta su gran autoridad con una corona y un cetro. También está inspirada por el Espíritu Santo en forma de paloma blanca. Hay otros símbolos que aluden a la Justicia. A su derecha se ve un avestruz, cuyas plumas simétricas significan equidad. Una espada está en el suelo bajo sus pies, lo que hace referencia a la separación del bien y el mal, acto que se evoca también por la balanza que hay junto a la espada
La figura de la Paz está vestida de rosa y sostiene una rama de olivo. Tiene un cuerno de la abundancia junto a sus pies, mostrando lo que puede ocurrir en un país cuando hay paz. Esta sensación de abundancia se manifiesta también en el querubín que lleva un ramo de trigo recién cosechado. El león y el cordero simbolizan la fuerza y la mansedumbre. En concreto, estos animales se refieren a las caracterizaciones de Cristo como León de Judá y Cordero de Dios.
Sin embargo, en la lectura del Evangelio de hoy, Cristo habla de un tipo diferente de paz, una paz que va mucho más allá de cualquier paz terrenal que conozcamos. 'Una paz que el mundo no puede dar es mi regalo para tiDice Jesús. Para Jesús, la paz no es simplemente la ausencia de violencia, como la que aparece en nuestro cuadro de abajo a la izquierda. La paz para Jesús (y su regalo para nosotros) es algo mucho más positivo, mucho más profundo: no es algo temporal y externo... ¡es eterno e interno!
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Barroco...hmm...no es de mi gusto pero como bien han comentado otros, el simbolismo es maravilloso. ¡Ciertamente nos desafías Patrick!
El barroco es el estilo de la casa de la Iglesia católica ¡Patricia!
Qué cuadro tan espléndido... rococó diría yo. ¡Qué felicidad engendra un cuadro como éste cuando un mortal ordinario lo mira!
Un trabajo asombroso, y muchas gracias por las notas. No habría entendido más que un par de símbolos ("un avestruz... cuyas plumas simétricas significan equidad") sin los útiles comentarios.