Sarcófago de los Tres Pastores,
Antiguo sarcófago romano,
Mármol esculpido,
Ejecutado entre el 370 y el 380 d.C,
© Museos Vaticanos
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos
Juan 15:1-8
Jesús dijo a sus discípulos:
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el viñador. Todo sarmiento que en mí no da fruto, lo corta, y todo sarmiento que da fruto, lo poda para que dé más.
Ya estás podado, por medio de la palabra que te he dicho. Haz tu casa en mí, como yo hago la mía en ti.
Así como el sarmiento no puede dar fruto por sí solo, sino que debe permanecer en la vid, tampoco vosotros podéis hacerlo si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos.
El que permanece en mí, conmigo en él, da fruto en abundancia; porque separados de mí no podéis hacer nada. El que no permanece en mí es como una rama desechada: se seca; esas ramas se recogen y se echan al fuego, y se queman.
Si permaneces en mí y mis palabras permanecen en ti, puedes pedir lo que quieras y lo obtendrás.
Para gloria de mi Padre es necesario que deis mucho fruto, y entonces seréis mis discípulos'.
Reflexión sobre el antiguo sarcófago romano
Este antiguo sarcófago romano, de finales del siglo IV, fue encontrado en las catacumbas de Pretestato, en la Vía Apia de Roma. Destaca especialmente por la calidad de la decoración escultórica. Los cuatro lados están esculpidos, lo que significa que el sarcófago se encontraba en el centro de un mausoleo. La parte frontal representa tres figuras de pastores "kriophoros" (que sostienen ovejas sobre sus hombros), de pie sobre pedestales rectangulares. El resto de la superficie muestra a cupidos ocupados en la recolección entre las ramas de una vid en flor.
Las imágenes de los pastores y de la vid y los sarmientos indican que quien encargó esta tumba era cristiano. En la época en que se realizó, nos encontramos sesenta años después de la conversión de Constantino (en el 312 d.C., tras la batalla del Puente Milvio), por lo que el cristianismo ya era la religión dominante en el Imperio Romano.
En nuestra lectura del Evangelio de hoy, Jesús nos dice:Yo soy la vid, vosotros los sarmientos".. ¡Y miren cuánto fruto dan las ramas en nuestro sarcófago! Sólo podemos dar fruto aplicando la Palabra de Dios en nuestra vida. Y Dios ha hecho lo suficiente para poner su Palabra a nuestra disposición: pensemos en el evangelista Marcos, al que celebramos ayer. Si todos los cristianos viviéramos nuestra vida según las enseñanzas de la Biblia, imaginaos en qué mundo fructífero viviríamos....
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¿Dónde está mi vestidor de vid? Jesús.
Muchas ramas que dan buenos frutos.
¡Qué cierto es! La Palabra está ahí, ¡si tan sólo viviéramos de acuerdo con ella!
Lo hacemos Patricia O' Brian. Mover montañas. Todos los días. Pronto la guerra habrá terminado. Ánimo. Sigue levantando arcos iris. Covid es sólo otro bicho como todos los que hemos vencido.