Noli Me Tangere,
Pintado por Abraham Janssens I (1575-1632) & Jan Wildens (1586-1653),
Pintado hacia 1620
Óleo sobre lienzo
© Museo de Bellas Artes de Dunkerque / Wikimedia
Jesús le dijo: 'No te aferres a mí, porque todavía no he subido al Padre'
Juan 20:11-18
María se quedó fuera, cerca del sepulcro, llorando. Entonces, todavía llorando, se inclinó para mirar dentro y vio a dos ángeles vestidos de blanco sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabeza y otro a los pies. Le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?" "Se han llevado a mi Señor", respondió ella, "y no sé dónde lo han puesto". Al decir esto, se volvió y vio a Jesús de pie, aunque no lo reconoció. Jesús le dijo: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?
Suponiendo que era el jardinero, le dijo: "Señor, si te lo has llevado, dime dónde lo has puesto, e iré a sacarlo". Jesús le dijo: "¡María! Ella lo conoció entonces y le dijo en hebreo: "¡Rabbuni!", que significa Maestro. Jesús le dijo: "No te aferres a mí, porque todavía no he subido al Padre. Pero ve a buscar a los hermanos y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios'.
Entonces María de Magdala fue a contar a los discípulos que había visto al Señor y que éste le había dicho estas cosas.
Reflexión sobre el cuadro
Jesús le dice a María Magdalena en la lectura de hoy: 'No te aferres a mí', o en latín 'Noli me tangere', el título de nuestro cuadro de Abraham Janssens y Jan Wildens. Así pues, 'Noli me tangeresignifica mucho más que "no me toques". Significa no te aferres a mí o no te aferres a mí, como en nuestra traducción del Evangelio. 'Aferrarse' es en realidad una buena palabra para usar, ya que implica que nos aferraríamos a algo en su forma física. Así que Jesús le dice a María que no se aferre a él en su forma física... ya que pronto subirá al cielo.
Este es el acontecimiento más importante en la vida de María Magdalena. En nuestro cuadro se la representa en una postura elegante, acercándose suavemente a Jesús, pero de forma reservada. Arrodillada, está asombrada después de haber reconocido al jardinero como Jesús. Se le representa con un manto abierto de color rojo sangre que revela su herida en el costado. Sostiene una pala (como es habitual en los cuadros que representan este tema), único signo de su humanidad. La punta de la pala toca la tierra.
Cristo trabaja el jardín en el que nuestras vidas espirituales crecen y florecen. ¡Mira todo el fruto que hay detrás de él! Nosotros también podemos generar frutos tan abundantes si dejamos que Jesús sea el jardinero de nuestras almas.
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Un relato diferente al de los dos discípulos que corren hacia la tumba. ¿Quizás algún erudito bíblico de paso pueda conciliar estos relatos diferentes?
Hace poco leí una interpretación diferente de la declaración de María Magdalena "no te aferres a mí, aún no he subido a mi padre".
Jesús está diciendo "no es necesario que te aferres a mí (desesperadamente), no me voy a ir directamente, estaré por aquí hasta que ascienda a mi Padre".
Me encanta el cuadro, incluso el sombrero.
Tienes razón, Noli mi tangere es una expresión maravillosa... debemos recordar que Jesús es Dios, no humano, como pensaba María. Nosotros también debemos mantener nuestro asombro y admiración.