Hombre rico,
Imagen de John Mattos,
Ilustración gráfica generada por ordenador,
Alrededor de 2010
© John Mattos Illustration, todos los derechos reservados
Había una vez un hombre rico
Lucas 12: 13-21
Uno de la multitud le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia». Jesús le respondió: "Amigo, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre ustedes?". Después les dijo: "Cuídense de la abundancia, la vida de un hombre no está asegurada por sus riquezas".
Entonces les contó una parábola: 'Había una vez un hombre rico , cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba a sí mismo "¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar mi cosecha". Después pensó: "Voy a hacer esto: demoleré mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe y date buena vida". Pero Dios le dijo: "Insensato, esta misma noche vas a morir. ¿Y para quién será lo que has amontonado?". Esto es lo que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico a los ojos de Dios».
Reflexión sobre la ilustración gráfica
La parábola de hoy es probablemente una de las más relevantes para los tiempos que vivimos, en los que la mayoría de nosotros parece estar preocupada por la idea de acumular más y más posesiones mundanas, como si la calidad y el valor de nuestras vidas dependieran de cuántas cosas poseemos. La parábola nos incita a enriquecernos a los ojos de Dios...
Bien, a veces, al leer estas parábolas, es útil intentar situarnos en la época en que se escribieron los Evangelios, ya que entonces hace que estas parábolas sean aún más conmovedoras. Los contemporáneos de Jesús vivían en circunstancias bastante duras, bajo condiciones políticas y sociales muy duras. La hambruna era una amenaza constante para los agricultores, las cosechas no estaban garantizadas, la tierra no era muy fértil en general, se sufría bajo unos impuestos insoportables, etc... Por eso, cuando en la parábola de hoy se menciona al terrateniente que almacenaba sus excedentes de cosecha, en lugar de ayudar a alimentar y mantener a la gente más pobre de su entorno, hace que esta historia sea aún más impactante y relevante. La parábola es básicamente una dura advertencia contra la codicia. Sin embargo, Lucas da un paso más y lleva esta condena de la avaricia a una pregunta superior que todos deberíamos hacernos: ¿de qué manera me hago "rico a los ojos de Dios"?
La obra de arte de hoy es de John Mattos, que es un ilustrador afincado en Nueva York y ha realizado trabajos para revistas como Forbes, The New York Times, Newsweek, Time, etc... Ha ganado muchos elogios y premios por sus excelentes trabajos de imagen gráfica. La imagen muestra una imagen muy estilizada de un hombre rico, lujosamente vestido, fumando un puro... un hombre probablemente muy ambicioso en el mundo, pero que ojalá sea igualmente ambicioso para amar y servir humildemente a los demás lo mejor que pueda...
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