Lucas 12:54-59

Hacia el final de nuestra lectura del Evangelio, Jesús nos dice que las cosas pueden irse de las manos en un juicio ante un juez, por lo que es mejor llegar a un acuerdo con tu oponente antes de llegar a un juicio. En efecto, las cosas pueden irse de las manos si no se resuelven los problemas. Un resfriado que no se atiende puede dar lugar a una grave infección de pecho. La falta de aceite en el motor de un coche puede provocar un accidente. Un pequeño agujero en el tejado puede causar graves daños por agua. Lo mismo ocurre con los problemas en el matrimonio, en nuestro entorno laboral, en nuestras comunidades o parroquias. Si no se abordan los problemas, se agravan y provocan mayores dificultades.

Pero no siempre es fácil afrontar los problemas de frente. Lo principal es tratar de mirar más allá de los sentimientos de la otra persona y mantener el bien mayor en la cabeza. Por eso, la humildad es necesaria en cualquier discusión.

Nuestro cuadro de Frederick Sargent representa una escena del juicio penal de Tichborne. En 1854, Roger Tichborne, heredero de un título y de las riquezas de la familia, se supone que murió en un naufragio. Al año siguiente, un carnicero australiano se presentó con la pretensión de ser ese heredero, pretensión que se puso a prueba en un juicio civil, celebrado entre 1871 y 1872. El veredicto rechazó la reclamación, y el carnicero australiano se sometió entonces a un proceso penal por perjurio en uno de los casos penales más largos vistos en un tribunal inglés, durante 188 días entre 1872 y 1873. La escena de Sargent muestra al acusado sentado justo debajo del centro y mirando de frente. De pie, a su derecha, está su abogado, Edward Kenealy, con bigotes de "chuleta de cordero". El carnicero fue declarado culpable, condenado a catorce años de prisión y finalmente murió en la indigencia en 1898. Es un triste caso de cómo las cosas, cuando llegan a juicio, pueden salir mal para los individuos implicados. Jesús nos incita a enmendar nuestros caminos y a buscar la reconciliación mucho antes de que las cosas se nos vayan de las manos y lleguen a un juicio.