Lucas 18:1-8

En caso de que nos perdamos el punto de la parábola de hoy, Jesús, antes de contarnos la parábola real, establece claramente la esencia de la Parábola del Juez Injusto: 'la necesidad de rezar continuamente y no desfallecer nunca'. Para poner esto en contexto, Jesús sabe que pronto será juzgado, ejecutado y morirá por nosotros en la Cruz. Por eso, en nuestra lectura de hoy, nos anima directamente a rezar continuamente hasta que Él vuelva. Luego, yendo hacia el final de nuestra lectura, la última frase menciona 'Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra? Quiere decir que cuando vuelva, ¿nos encontrará a ti y a mí rezando? ¿O habremos perdido el ánimo para entonces y nos habremos rendido? Es una invitación directa para que oremos y continuemos orando en ese período de la Primera Venida de Jesús y Su Segunda Venida que puede llegar en cualquier momento.

La implicación de lo que Jesús nos dice parece ser: la oración y la fe van juntas. La fe y la oración van juntas. Si la fe es el coche que nos lleva a nuestro destino, la oración es el combustible que alimenta el motor. Una no puede ir sin la otra.

Si se me permite llevar la analogía de los coches un poco más lejos (y por eso hoy utilizo esta imagen de un coche clásico, obras de arte en sí mismas, que van más allá de lo puramente utilitario y crean belleza en objetos cotidianos que se utilizan). Al igual que con los Coches Clásicos hay una nostalgia hacia los coches antiguos, anhelando lo clásico. Parecido en cierto modo a muchos amigos que ansían un cristianismo clásico, admirando modelos antiguos que reflejaban una época de mayor claridad o certeza, o eso creemos. Pero todo evoluciona, todo avanza, y así con la Iglesia, 'Ecclesia semper reformanda', la Iglesia siempre avanzando y renovándose. Como miembros de nuestra Iglesia, nosotros también debemos rezar continuamente y ayudar a la Iglesia en su misión... A cambio, la Iglesia nos proporcionará el combustible para nuestros propios viajes de fe, para llevarnos a nuestros destinos finales: Dios mismo. 

Lanzado en 1963, este Aston Martin DB5 (la serie DB recibió el nombre de Sir David Brown (el propietario de Aston Martin de 1947 a 1972) es el coche más conocido de James Bond en el cine, apareciendo por primera vez en la película de James Bond Goldfinger.