Lucas 6: 12-19

Cada vez que Jesús está a punto de tomar una decisión importante, como la de elegir a sus doce apóstoles, reza. La lectura de hoy comienza con las palabras "Jesús se fue al monte a orar", lo que demuestra que la oración era fundamental para su misión. Lucas podría haber omitido fácilmente esta frase al escribir este pasaje del Evangelio, pero se empeñó en incluirla, incitándonos así a llevar nuestras propias decisiones a la oración. Al hacerlo, situamos nuestras propias decisiones importantes en un contexto más amplio de amor a Dios y dejamos que Él actúe a través de nosotros cuando decidimos cosas.

La pintura al fresco que contemplamos hoy es obra de Domenico Ghirlandaio, y forma parte del Ciclo de la Vida de Cristo, en la Capilla Sixtina del Vaticano. Muestra a Cristo llamando a los doce apóstoles. En primer plano vemos a Pedro y Andrés, vestidos con capas (amarilla para Pedro y verde para Andrés). Están arrodillados junto a Cristo, que los bendice. En el fondo, a la izquierda, los vemos de nuevo siendo llamados por Jesús en sus barcas; en el fondo, a la derecha, Santiago y Juan también son llamados, mientras restauran sus redes en la barca de su padre (Zebedeo). Ghirlandaio era conocido sobre todo por su habilidad para pintar paisajes, como se aprecia en este fresco. Toda la mitad superior de la obra es un extenso paisaje del Mar de Galilea, rodeado de colinas.

Los transeúntes de nuestro cuadro observan cómo Jesús llama a sus doce apóstoles. Pero estos transeúntes también están siendo llamados, por su nombre, como todos nosotros, para ser apóstoles en nuestros propios entornos. Jesús eligió a doce personas corrientes y les confió la tarea de difundir sus valores en el mundo. Pedimos compartir su espíritu y su fuego...