El triunfo del cristianismo sobre el paganismo,
Pintado por Gustave Doré (1832-1883),
Pintado en 1868,
Óleo sobre lienzo,
© Galería de Arte de Hamilton, Ontario
El triunfo del cristianismo sobre el paganismo,
Pintado por Gustave Doré (1832-1883),
Pintado en 1868,
Óleo sobre lienzo,
© Galería de Arte de Hamilton, Ontario
Jesús enseñó con autoridad
Marcos 1:21-28
Jesús y sus discípulos llegaron hasta Cafarnaúm y, al llegar el sábado, entró en la sinagoga y se puso a enseñar. Y su enseñanza les causó una profunda impresión porque, a diferencia de los escribas, les enseñó con autoridad.
En la sinagoga de ellos había un hombre poseído por un espíritu inmundo que gritaba: "¿Qué quieres de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo sé quién eres: el Santo de Dios". Pero Jesús le dijo bruscamente: "¡Cállate! Sal de él". Y el espíritu inmundo provocó al hombre convulsiones y salió de él con un fuerte grito. La gente estaba tan asombrada que empezó a preguntarse entre sí qué significaba todo aquello. Esta es una enseñanza nueva", decían, "y con autoridad detrásda órdenes incluso a los espíritus inmundos y éstos le obedecen". Y su fama se extendió rápidamente por todas partes, por toda la campiña galilea circundante.
Reflexión sobre la pintura
La lectura del Evangelio de hoy es importante. Contiene dos verdades que ya no resuenan en nuestra época tan secularizada: la enseñanza autorizada de Jesús y la guerra espiritual permanente. Ser "moderno" casi significa cuestionar toda autoridad. Es "moderno" someter todo a la autoridad moral de uno mismo, en lugar de someterse a cualquier autoridad, como la enseñanza de Cristo. El escepticismo manda.
La gente que estaba en la sinagoga con Jesús notó algo diferente en él. Hablaba con autoridad. Esa palabra contiene la palabra autor. Cuando Jesús habló, lo hizo como el autor de las palabras, el autor de la Verdad, y la gente lo percibía. No se limitaba a interpretar las Escrituras o a contar bonitas historias, no, hablaba directamente al corazón de la gente como si entendiera a cada uno de ellos. Los tocaba, los conmovía, los transformaba. Eso es la verdadera autoridad, transforma.
Un buen cuadro que representa el segundo aspecto de nuestra lectura, la guerra espiritual, es esta obra de Gustave Doré titulada "El triunfo del cristianismo sobre el paganismo". Vemos en la mitad superior a Cristo, portando su cruz, rodeado de ángeles. Los ángeles salen volando, con las espadas desenvainadas y los escudos preparados, para luchar contra los males paganos de la tierra. Entre esos paganos hay dioses reconocibles del mundo clásico, con Zeus en el centro, sosteniendo un rayo en su mano izquierda. El Papa Francisco dijo sobre la guerra espiritual: "La presencia del Diablo está en la primera página de la Biblia, y la Biblia termina también con la presencia del Diablo, con la victoria de Dios sobre el Diablo... Nuestro cuadro lo ilustra magistralmente.
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