Mateo 18:12-14

La lectura del Evangelio de hoy es una parábola muy corta, que básicamente nos dice un mensaje muy breve, sencillo y poderoso: Dios nunca nos abandona, por mucho que nos alejemos de Él.

Así es como se comporta Dios con nosotros, pero este breve pasaje nos dice también algo sobre nosotros mismos: por mucho que en nuestro corazón sintamos que estamos alejados de Dios, sólo tenemos que dirigirnos a Él y Él está ahí, esperándonos, y dispuesto a estar con nosotros y para nosotros. Una imagen maravillosa, en la que podemos sentir que Dios se alegra de nuestro regreso a Él.

Por eso es importante que en nuestra vida diaria busquemos a esa oveja solitaria; una que pueda ser devuelta a Dios. La tentación es siempre querer sentirse cómodo con las 99 ovejas y centrarse en ellas, y celebrar con ellas. Pero Jesús nos envía en misión a traer de vuelta a cualquier oveja perdida, una por una.

Este hermoso cuadro es obra de Paul James, un pintor británico contemporáneo que se centra en los animales y los paisajes. He visto muchas de sus obras a lo largo de los años, y este es uno de mis cuadros favoritos. Muestra tres ovejas en Charnwood Forrest, en Leicestershire, cerca de donde creció el artista.