Mateo 4:12-23

Desde entonces, Jesús comenzó a proclamar: "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado", se lee en el Evangelio de hoy. ¿Qué significa exactamente "arrepentirse"? El diccionario lo describe como: sentir o expresar un sincero arrepentimiento o remordimiento por la mala acción o el pecado de uno. Esto sólo describe en parte lo que es el arrepentimiento. Como cristiano, hay dos requisitos para el arrepentimiento. Uno es alejarse del mal y el otro es volverse al bien. Ambos deberían ir de la mano, pero son diferentes. Cuando uno se aleja del mal, no necesariamente se convierte en bueno. La llamada de la bondad es mucho más que alejarse del mal. Hacer el bien, es un compromiso activo de buscar el bien, de difundir el bien, de ser bueno con el prójimo, etc. Es un compromiso activo y positivo... más que decir "no" al pecado.

El arrepentimiento implica un cambio de dirección; una corrección de 180 grados en cuanto a nuestra relación con Dios. Nos volvemos completamente hacia Él cuando nos arrepentimos. La palabra del Nuevo Testamento para arrepentimiento (metanoia) - significa literalmente "cambiar de opinión". Así que todo comienza con una mentalidad... y el corazón le seguirá. El arrepentimiento es un cambio de mente y de corazón que resulta en una visión más clara de Dios, de los demás y de nosotros mismos. Así que el arrepentimiento es, de nuevo, mucho más que decir "lo siento mucho"...

Nuestro cuadro de Liz Lemon Swindle representa la historia del hijo pródigo, una historia de arrepentimiento. El verdadero problema del hijo siempre había sido la relación rota con su padre, que ahora ha sido restaurada debido a la muestra de amor de aceptación y perdón del padre... El hijo cayendo en los brazos amorosos de su Padre...