Casa Drina,
Casa construida a orillas del río Drina, en Serbia,
Construido en 1968
© Alamy
El hombre sabio construyó su casa sobre una roca
Mateo 7:21,24-27
Jesús dijo a sus discípulos No es el que me dice: "Señor, Señor" el que entrará en el Reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los Cielos. Por eso, todo el que escuche estas palabras mías y las ponga en práctica será como un hombre sensato que construyó su casa sobre roca. Cayó la lluvia, crecieron las inundaciones, soplaron los vendavales y se lanzaron contra aquella casa, y no cayó: estaba cimentada sobre roca. Pero todo el que escuche estas palabras mías y no las ponga en práctica será como un estúpido que construyó su casa sobre arena. Cayó la lluvia, crecieron las inundaciones, soplaron vendavales y golpearon aquella casa, y cayó; ¡y qué caída tuvo!".
Reflexión sobre la casa del río
La fotografía muestra una casa en Serbia que fue construida en 1968 por un grupo de chicos que querían un lugar donde tomar el sol mientras estaban en el río. Construyeron la casa con tablas de madera recuperadas de un cobertizo cercano que había sido destruido. Utilizaron kayaks para colocar el material en la roca, que se encuentra en medio de un río de corriente rápida. La casa tiene una pequeña habitación. Aunque varias tormentas e inundaciones han causado estragos en la casa y sus alrededores en los últimos 50 años, la casa siempre se ha mantenido firme y nunca ha sido destruida... ¡Porque estaba construida sobre una roca!
La "casa" de la que habla Jesús en nuestro Evangelio de hoy es nuestra vida. Nadie más puede construir nuestra vida por nosotros: es algo que tenemos que hacer nosotros mismos (como los chicos que hicieron la casa del río). Sin embargo, debemos elegir cuidadosamente qué cimientos damos a nuestra casa/vida. ¿Nos limitamos a seguir tendencias y arenas seculares cambiantes, o construimos sobre roca sólida, sobre las enseñanzas de Cristo?
Confiarnos a Jesús, escuchar su palabra y tratar de vivir su palabra, proporcionará un fundamento a nuestras vidas que nos permitirá resistir las grandes tormentas de la vida. Como todos sabemos, en la vida necesitamos un fundamento sólido. Jesús se presenta como ese suelo sólido.
Nuestra lectura del Evangelio de hoy también señala otro punto importante. Jesús se refiere a escuchar, hablar y hacer. Jesús menciona a los que 'escuchen a estas palabras mías", a los que digan en voz alta, 'Señor, Señor', y a los que actuen en sus palabras. Cuando se trata de nuestra fe, escuchar y hablar son importantes, pero Jesús declara que escuchar y hablar por sí solos, sin actuar, tienen poco o ningún valor. El Adviento es un tiempo en el que estamos llamados de manera especial a vivir las tres cosas: escuchar, hablar y actuar.
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